Con la incorporación del teletrabajo híbrido, los gerentes han tenido que modificar sus prácticas para satisfacer las nuevas demandas de sus equipos. Equilibrando una mayor autonomía con el mantenimiento de la cohesión del equipo, estas son las principales características de la gestión híbrida.
Una práctica derivada del teletrabajo híbrido
La generalización de la mezcla presencial y a distancia
La implementación del teletrabajo parcial o total en las empresas ha transformado las formas de organización. Hoy en día, el teletrabajo híbrido se ha consolidado. En 2023, cerca del 47% de las empresas francesas habían implementado algún tipo de teletrabajo, reflejando una tendencia creciente en la flexibilidad laboral. Esto permite a los empleados alternar entre jornadas presenciales y trabajo remoto según las políticas de la organización. La adopción de modelos híbridos ha impactado la dinámica laboral, presentando nuevos desafíos y oportunidades en la gestión de equipos dispersos. Aspectos como la comunicación, la coordinación de proyectos y el mantenimiento de la cultura corporativa requieren que los líderes desarrollen nuevas habilidades para fomentar la productividad y el bienestar.
La adaptación de los gerentes
En persona, dentro de las oficinas abiertas, los gerentes se benefician de una comunicación “directa” con sus equipos. También disponen de espacios dentro de la empresa para reunirse. Pero el teletrabajo híbrido empuja los límites de la oficina y diversifica los modos de comunicación. También puede llevar a la desincronización del trabajo, permitiendo a los empleados elegir sus horarios, su lugar de trabajo e incluso su zona horaria para los “nómadas digitales”. Por parte de los gerentes, se vuelve necesario ganar en agilidad y repensar sus métodos para mantenerse en contacto con sus equipos de manera sostenible.
Las principales características de la gestión híbrida
Mantener una confianza mutua
Aunque la confianza es un valor generalmente apreciado en el mundo del trabajo, cobra aún más importancia en la gestión híbrida. La distancia del teletrabajo regular o puntual requiere establecer un verdadero clima de confianza. Esto se consigue mediante actos de reconocimiento como la delegación, la autonomía y la gestión de proyectos, que valoran a los empleados y refuerzan su compromiso. Para los empleados que alternan entre trabajo presencial y a distancia, sentir esta confianza diariamente mejora su bienestar y les permite trabajar de manera más serena.
Por el contrario, una gestión demasiado intrusiva, con llamadas constantes de videoconferencia, es contraproducente. La falta de confianza generará estrés e incluso cuestionará las capacidades del empleado, lo que puede llevar al burnout. La gestión híbrida debe fomentar la confianza, apoyándose en el profesionalismo del empleado y encontrando el equilibrio adecuado entre acompañamiento y autonomía.
Cuando se establece una confianza mutua entre ambas partes, permite al empleado mejorar su rendimiento y al gerente garantizar el éxito de los proyectos de su equipo.
Fomentar la cultura del feedback
Los feedbacks regulares entre gerentes y equipos son fundamentales en el contexto de la gestión híbrida. Consisten en celebrar logros, señalar disfunciones en un proyecto o resolver posibles dificultades.
Generalmente realizados de manera oral y espontánea, estos feedbacks son esenciales para garantizar un seguimiento preciso de las tareas. Incluso a distancia, estos breves momentos de intercambio fomentan relaciones duraderas. Los equipos híbridos se sienten valorados y escuchados. El gerente híbrido puede “automatizar” estos feedbacks, programando para cada hito del proyecto o momento importante, un intercambio de varios minutos con los equipos involucrados.
Evitar el aislamiento con la gestión híbrida
El aislamiento de los empleados es quizás la mayor preocupación de un gerente híbrido. En teletrabajo, algunos empleados pueden sentirse abandonados o perdidos y poco a poco desaparecer de los intercambios. Los feedbacks regulares permitirán al gerente identificar estas dificultades.
De antemano, la implementación de un modo organizativo híbrido debe ir acompañada. Los empleados que vivirán este cambio de manera negativa necesitarán adaptaciones particulares (días adicionales de trabajo presencial, intercambios más frecuentes…). Lo esencial es poder identificar el problema a tiempo y proponer soluciones. La gestión híbrida se distingue de la gestión clásica por su agilidad, permitiéndole adaptarse a diferentes perfiles. El objetivo es encontrar para cada empleado el equilibrio adecuado entre trabajo presencial y remoto, y las mejores formas de mantenerse en contacto.
Crear momentos importantes y rituales de equipo
La continuidad de la oficina debe asegurarse independientemente del lugar donde se encuentren los miembros del equipo. La gestión híbrida participa en mantener y estrechar el hilo conductor que une al equipo. Así, la instauración de rituales y momentos de convivencia permite crear puntos de referencia fuertes en la vida del equipo y estrechar los lazos.
Los rituales pueden ser momentos de intercambio semanales, en videoconferencia, para reunir a todo el equipo. Pueden comenzar con “rompehielos” para dinamizar al grupo y crear un ambiente de trabajo agradable. Estas actividades permiten romper el hielo fácilmente antes de una reunión y conocer mejor a los compañeros. El uso de “serious games” también puede realizarse a distancia para trabajar diferentes temáticas: comunicación en equipo, gestión del estrés, agilidad…
Finalmente, la organización de encuentros presenciales, con momentos de cohesión (talleres, actividades deportivas) y creatividad (lluvia de ideas, actividades manuales…), fuera de la empresa, también puede ser una palanca de rendimiento e innovación en el marco de la gestión híbrida.
FAQ :
La gestión híbrida combina prácticas de gestión de equipos a distancia y presenciales. Su objetivo es adaptar los métodos de gestión a las necesidades de los empleados que alternan la oficina con el teletrabajo.
La gestión híbrida puede mejorar el equilibrio entre la vida profesional y personal de su equipo, y por tanto su desarrollo personal, fomentando la confianza, la flexibilidad y la agilidad. Por tanto, la gestión híbrida puede aumentar la productividad y el compromiso de los empleados.
La confianza se construye a través del reconocimiento, la delegación de responsabilidades y la autonomía concedida a los empleados. La gestión intrusiva debe evitarse para prevenir el estrés y el agotamiento.
El feedback regular y los intercambios frecuentes son esenciales. Es importante identificar a los empleados que experimentan dificultades y adaptar sus métodos de trabajo para mantenerlos integrados en el equipo.
Establecer rituales mediante intercambios regulares y crear momentos de convivencia cara a cara con actividades de cohesión y creatividad puede reforzar los vínculos entre los miembros del equipo.
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